Cargada de emoción y corazón está
siendo la temporada para el Sector Masculino del Club Voleibol Rochelambert,
una historia larga de contar y aun así, sumando todas las palabras que podamos
imaginar, corta en contenido se quedaría sino se vive en persona las historias
acontecidas en el Pabellón de Doña Francisquita.
Un
cuarto de siglo ha cumplido Club Voleibol Rochelambert, con una extensa
historia, y con un millón de anécdotas que contar que, observando el día a día
de la entidad, se quedan cortas ante la emotividad que se respira en sus pistas
día a día.
Hoy,
desde el seno de nuestro club, queremos hablar de un sector de la entidad
bastante peculiar, el Senior Masculino que compite en JJDDMM, siendo el equipo
con la media de edad más joven de la competición.
No
es el equipo puntero del club, ni el que en mayor categoría compite, pero es
sin duda el que más alegría y recompensa otorga a los amigos y queridos de Club
Voleibol Rochelambert.
Nació
de una necesidad de dar cabida a una serie de muchachos de los barrios de El
Cerro – Amate, Rochelambert, Las Candelarias y los Pajaritos que allá por el
2010 se engancharon al vóley, sin andarnos con rodeos, por la cantidad de
féminas que practicaban esta modalidad deportiva. Siendo una gran minoría en el
club (alrededor de 100 chicas y apenas 30 chicos en sus escuelas), han ido poco
a poco llenando de alegría y energía todos los días de la semana en nuestras
pistas.
Indescriptible
es la sensación que sintieron los componentes del club al acabar la temporada
pasada subcampeones de JJDDMM con un record de 11 partidos consecutivos sin
perder, e indescriptible es la marea azul que se desplazo hasta el muy famoso
Marathon de Voleibol de Sanlúcar La Mayor para presenciar una semifinal
masculina entre ese grupo de muchachos y la sección Federada Masculina del Club
(con algunos padres e hijos frente a frente).
Desde
aquí nos disponemos a rendir un grandísimo homenaje a estos chicos, que día
tras día, llenan de ilusión los corazones de todos los que amamos este deporte.
Nos
gustaría empezar por uno de los más longevos (curioso adjetivo a sabiendas de
que apenas lleva 3 años jugando a esto) Fernando Rincón (19 años). Uno de los
chicos del barrio de los Pajaritos, que desde que piso las canchas de
Rochelambert (antes las pisaba para jugar al fútbol, y muy bien), no ha faltado
a ninguna cita ningún día desde hace 3 años. Tanto es así que si un día no esta
presente en cualquier entreno todo el mundo pregunta por él. Un chico que
trabaja con la familia desde una edad bien temprana y que es sin duda uno de
los más queridos por todos los que pertenecemos a este club. Con él llegaron
Alejandro Rubio (21 años) y Moisés Jiménez (20 años), también del barrio de los
Pajaritos. Alejandro trajo consigo la familia más famosa y numerosa de la
historia de Club Voleibol Rochelambert, con sus padres Pedro y Maria del Mar y
sus queridísimas hermanas María y Paula, componentes del Juvenil Femenino de
Rochelambert. Nunca un evento del club se llevo a cabo sin la ayuda de esta
familia al completo, y sin lugar a dudas, nunca se les podrá agradecer el
granazo de arena que aportan.
Desde
Club de Campo y con algo más de experiencia llegaron Mariano De la Cerda y
Alejandro Portillo, que supieron adaptarse genialmente al grupo formado por los
chicos del barrio, entre los que también estaban (y por desgracia ya no están),
Alexandru Dumitrescu (de origen Rumano) Zeus, Manuel Muñoz, Abraham,
Eleazar,Freddy, etc.
Debido
a ser el único equipo masculino juvenil de la capital, durante dos maravillosos
años, llegaron a nuestras puertas personajes como Antonio García (19 años), o
Alberto Domínguez (19 años), que se unieron los latinoamericanos Jheanck Pool
(15), Jhony (18), Anzzony (20) y Alex (17) para crear un grupo de juveniles
realmente amplio, pero a la vez novato.
Si
unimos todos los componentes que formaban, y forman en la actualidad, esta
sección del club, no era raro imaginar como de difícil se antojaba poder sacar
rendimiento a chavales “de la calle” noveles en la práctica del voleibol.
Suerte
tuvo el grupo de contar con la unión de dos chicos ya “mayores” en el grupo de
trabajo, como son Ismael Vicente (28) y Juan Carlos Izquierdo (28), que se
adaptaron al rol de “hermanos mayores” de una genial manera, y dando el cariño
y la confianza que el resto del grupo les devuelve día a día. Juan Carlos
compagina su trabajo de informático con los entrenos e Ismael arbitra los fines
de semana mientras busca empleo como los 6 millones de parados en este país.
Es
de mencionar como un gran chico de origen paraguayo, Anzzony (20), no puede
estar con nosotros por motivos laborales y por su reciente paternidad, y como
los hermanos Álcivar no pueden tampoco continuar por estudios y por trabajar en
sectores de hostelería los fines de semana. No podemos olvidar como Manuel
Muñoz sigue adelante con su compañía de baile flamenco y como Alejandro Terrero
(16), Jose Carlos Vidosa (16), Guillermo (15) llevan tiempo sin aparecer por
nuestras pistas por diferentes motivos.
Esta
nueva temporada contamos con “veteranos” y a la vez padres de chicos inscritos
en la escuela, como son Emilio y Alfonso, que bien podrían ser padres también
de los benjamines del grupo Fernandito Salguero (12), David Vernalte (14) y
Rafa (16) que, junto con un novato pero entusiasmado Jose Luis (30), y el toque
internacional de Alex Miller (18), procedente de Estados Unidos, forman al completo el nuevo grupo en el
Senior Masculino Municipal de Club Voleibol Rochelambert.
Mención
aparte merecen un “gran” Alberto Joya (16), hijo del mítico Paco Joya, que con
sus 1.93 mts ya no recuerda al pequeñín que empezó a jugar en nuestras canchas
con timidez y sin, todo hay que decirlo, mucho ánimo. Hoy en día es uno de las
“joyas” de nuestra corona masculina y todo un ejemplo de esfuerzo y dedicación
“a su manera, y a su ritmo”.
Jesus
David Pareja (alias Jeda) que desde Alcalá de Guadaira viaja todos los días
para entrenar con los que ya son sus amigos y compañeros, demostrando que es un
“enganchado” a este deporte.
Tres
son los componentes que faltan por mencionar de este gran grupo, uno de ellos
Juan Miguel Campos, es uno de los chicos de oro del voleibol onubense de hace
años y un futuro médico que, precisamente por ese calificativo de futuro, no
puede entregarse a la causa todo lo que le gustaría, pero que, aún así, ayuda a
liderar a todos en los momentos necesarios. Otro de los componentes lleva
consigo una historia peculiar, se trata de Javier Arnaiz (32), un antiguo
“juvenil” de Club Voleibol Rochelambert, que, tras su paso por JJDDMM con otros
equipos, la temporada pasada mostró un interés por jugar con nuestro Club
realmente sincero, y lo demuestra ayudando a todos y cada uno de los muchachos
que ven en él un ejemplo a seguir en el campo. Un servidor, Carlos Dovao, el que escribe
estas letras, intenta liderar con lo poco que sabe a todos los nombrados
anteriormente, con todo el buen propósito del mundo.
No
podemos olvidar la ayuda de Sergio Franco, Paco Joya y todos los componentes
del Senior Federado que animan a los chicos todos los martes y jueves
inyectándoles esa dosis de motivación que necesitan a veces. Ni tampoco a la
presidenta, Eli Muñoz que hace posible con su gestión que tanta gente pueda
disfrutar del vóley de tan buena manera.
Para
el final dejamos a una de las mayores sorpresas y alegrías del 2012/13, y no es
otro que un grandísimo (en todos los aspectos) muchacho que es todo corazón. Él
representa, la mayoría de veces, el espíritu de este club, y a la vez viste sus
colores con gran orgullo, es sin duda de las personas más queridas por todos, y
un placer tenerlo a nuestro lado, Don Pedro José Rocha, alias “el perita”.
Después
de este largo repaso desmembrando uno a uno los componentes de este peculiar
grupo de Club Voleibol Rochelambert, no nos equivocamos si llegamos a la cifra
de 35 personas, 35 historias diferentes, historias con problemas, con
dificultades, con diferentes culturas y costumbres, con diferentes apellidos y
orígenes, razas y colores.
Todas
ellas con el objetivo común de seguir aprendiendo este deporte, y seguir
compitiendo al máximo con puro corazón y pasión, a veces contra equipos muy
superiores y de mucha más calidad y experiencia que el nuestro.
De esos 35, actualmente, martes y jueves, se siguen reuniendo 26. Hora y media de entreno de 26 personas que, a sabiendas de que son muchas para tan corto espacio de tiempo y de cancha, no dejan de echar de menos a las 9 personas que ya no están, y no dejan de cerrar la puerta “NUNCA” a quien quiera formar parte de esa “enorme” familia.
Desde aquí les invitamos a conocer “la HISTORIA de esas 35 historias”, con la esperanza de que, con su ánimo y nuestro calor, pasen a ser 36.