Lejos, muy lejos aparecía el fin de la competición para el conjunto senior femenino en su nueva andadura en la Primera División
Una vez completadas las primeras sesiones, el inicio se consumió rápidamente con el grupo centrado en la confección del equipo. Después echó a andar la temporada, avanzando en el engranaje de las distintas piezas y evolucionando en las distintas soluciones técnicas a las áreas de mejora detectadas. Así el conjunto fijó un nuevo sistema de trabajo que no olvidaría en todo el año.
Trabajo, trabajo, decepciones, trabajo, alegrías, trabajo, gran satisfacción, trabajo nuevas incorporaciones, trabajo, algún “hasta luego”, trabajo, gozo, trabajo y más trabajo. Éste ha sido la montaña rusa en la que las chicas, con su cuerpo técnico, han estado subidas a lo largo de toda la temporada. Más allá de otras consideraciones, el esfuerzo, el compromiso y la dedicación, han marcado la ruta en este viaje.
Viaje que tiene su última parada en la ciudad de Cádiz. El sábado 30, a las 19:30 h, la versión femenina del CVR.23 llega a su destino. Ante el C.V. Amigos de Cádiz, las pupilas de Sergio Franco intentarán sumar un nuevo triunfo al zurrón de la 2.010/11, a base “unión – humildad – compromiso”.
Es buen momento para agradecer y valorar el trabajo de todas las personas que han hecho posible el desarrollo de esta quimera deportiva. Por supuesto a las chicas, pues con su sudor han mantenido viva la llama de la competitividad de la marca Rochelambert. A todos los componentes del club por su colaboración y apoyo cuando se solicitaba. Y al maestro Andrés Pérez, por coger la pala y echar su aportación de carbón a la locomotora cuando más se necesitaba.
Mejorables son los resultados obtenidos, pero la entrega de todo el conjunto ha dejado abierta la puerta a la superación.
